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Crítica de ‘Chloe’: Una vida prestada
Esta miniserie británica de Prime Video se estrenó en junio y cuenta con seis episodios. Su historia particular puede resultar tan obsesiva como su protagonista; pero también puede tornarse difícil de digerir para algunos. Yo la he pasado bien y mal con esta serie. Bien porque me parece bastante disfrutable y mal por sus agobiantes momentos de tensión y angustia. En esta crítica de ‘Chloe’ te cuento más detalles (sin spoilers).
La vida no es como en las redes
‘Chloe’ es un thriller psicológico protagonizado por una mujer llamada Becky que, tras la muerte de Chloe, una amiga de la adolescencia, asume una nueva identidad para adentrarse en el círculo íntimo de la fallecida. Sasha pasa a ser su nuevo nombre, al menos el que más utiliza, y su personalidad parece redefinirse o fusionarse con la de su amiga.
Descubrir los pormenores de la muerte de Chloe y, al mismo tiempo, jugar a ser ella o como ella, se vuelve más que un capricho o un reto. Es casi una obsesión, una idea sin retorno y, si se quiere, su nueva vida. ¿Quién es Becky? ¿Quién era Chloe? ¿Qué desencadenó la tragedia? Son algunas de las preguntas que el espectador tendrá, y cuyas respuestas llegarán de forma ambigua y a cuenta gotas.
Lo cierto, es que esta miniserie es fascinante en muchos aspectos. Si bien, el primer episodio desconcierta un tanto, ya que echamos en falta detalles de la vida de la protagonista y de su relación con la fallecida, parte de su encanto consiste, precisamente, en dosificar la información; en mostrar de forma paulatina los deseos, carencias, penas, miedos y forma de pensar de sus personajes.
Conviene aclarar que, a pesar de que la serie no tiene un ritmo vertiginoso ni mucho menos, es capaz de generar tensión con frecuencia gracias a sus conflictos. Su protagonista es curiosa, osada y obsesiva. Lo que comienza como una suerte de «investigación propia», se convierte en una búsqueda desesperada de respuestas, identidad y atención. En una despersonalización aguda y sin miramientos.
La identidad como conflicto
Convertirse es Sasha significa para Becky, entre otras cosas, asumir un estatus social distinto, conocer personas de influencia, mostrar sus diferentes «habilidades», cambiar su rutina, sus gustos y su forma de pensar. Pero también significa buscar ese confort que le ha sido esquivo, sentirse apreciada y valorada, aunque sea de forma breve o irreal.
En otras palabras, en ‘Chloe’, la serie, hay un continuo juego de máscaras y apariencias, una constante búsqueda de la verdad a través de las mentiras, una necesidad de esconderse y autodescubrirse al mismo tiempo. Un conflicto ligado a la identidad y a la búsqueda de sentido.
Si hay un «mensaje» en esta historia, podría ser uno como este: «Aunque tuviéramos la vida que queremos, podríamos desear una vida distinta». El ser humano es complejo y cambiante, y las apariencias distorsionan la realidad de manera drástica, a veces, incluso, más de lo que imaginamos.
Por otro lado, esta serie puede tornarse difícil de digerir para algunos, como decíamos al inicio, por su ritmo, su premisa y la forma de relatar los hechos. Pero sus particularidades también son capaces de cautivar y entretener a otros. De hecho, ‘Chloe’ es un show inteligente con momentos duros y emotivos. Además, profundiza en la psique de su protagonista y retrata situaciones impensables o insostenibles para la mayoría de nosotros.
En fin, los seis episodios de ‘Chloe’ son imprescindibles para los amantes del thriller psicológico, solo hay que tener un poco de paciencia al principio y entonces prepararse para disfrutar.
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