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‘La Casa de Papel’ y su acertado final

Desde que la serie española de Álex Pina llegó a Netflix se convirtió en un éxito, en un fenómeno que se hizo sentir en diferentes rincones del mundo. Sabemos que no es una serie perfecta, sus detractores se jactan en decirlo. Pero sí es un show entretenido, vistoso, emocionante y, por supuesto, difícil de emular. Su continuidad fue un riesgo que terminó dando dividendos, ya que al final, ‘La Casa de Papel’ encontró un cierre que, estoy convencido, dejará satisfechos a la mayoría de sus seguidores. A continuación, siete aciertos (sin spoilers) de sus últimos episodios:

1- Ahondar en su protagonista

Conocimos a fondo al Profesor, sus motivaciones, su pasado, su lado más noble y su lado más oscuro. Al final, la serie más que idealizarlo, ofreció distintos matices de un gran personaje. Es imposible imaginar La Casa de Papel sin Álvaro Morte, en él reposa buena parte del éxito del show.

La Casa de Papel: Álvaro Morte

2- El factor Sierra

La inclusión de Najwa Nimri, una actriz de primer nivel, dio frutos al final de temporada, ya que su labor resultó fundamental en el desarrollo y cierre de la historia. Además, su vínculo con el Profesor fue bien trabajado y, por supuesto, interpretó a su personaje de manera formidable. Si quieres verla en todo su esplendor, te recomendamos ‘Vis a Vis‘.

La Casa de Papel: Sierra y el Profesor

3- El valor del oro

El oro se convirtió en un elemento importante para la historia, no solo por su valor, por ser la reserva nacional de un país o el objetivo de la banda. Fue un símbolo, un detonante, un arma y una excusa para sorprender a sus espectadores.

El oro

4- La despedida de una relación

El propio Álvaro Morte ha dicho que la gran pareja de la serie es la que forman Tokio y el Profesor. Por razones obvias, su despedida en esta última tanda de episodios formó parte de un recuerdo. Sin embargo, tuvimos un gran momento entre ambos personajes, una conversación significativa y cargada de emociones. Una que la historia demandaba antes de llegar a su fin.

La Casa de Papel: Tokio y EL Profesor

5- Flashbacks que cuentan

A veces volver atrás resulta más anecdótico que productivo, sin embargo, al final el pasado tomó importancia en el presente y la serie justificó de forma legítima algunos flashbacks.

Para algunos resultará previsible el giro de guion vinculado al pasado, para otros no; lo cierto es que funciona, y, en general, la última temporada fue digna de su historia.

Berlín

6- Tensión y sorpresas

Al final la serie se extendió más de lo que imaginamos muchos, pero nunca perdió su esencia. La tensión, los giros inesperados, las escenas de acción y la habilidad para mantener las emociones a flor de piel, siempre estuvieron presentes.

Además, los últimos episodios no necesitaron de un festival de sangre (tampoco estuvo ausente) para brindarnos el final que merecíamos.

La Casa de Papel

7- Desenlace con sentido

Si llegaste hasta la quinta temporada de la serie, decidiste aceptar sus conveniencias y sus giros rocambolescos. Entonces tal vez estés de acuerdo en que la historia encontró (por segunda vez) un cierre «verosímil», uno capaz de satisfacer a los fans, sin traicionar el relato.

En un mundo como el que planteó la serie, es posible lo sucedido al final. También es satisfactorio y sorprendente, ya que era un verdadero reto cerrar de buena manera esta historia y, a decir verdad, no se me ocurre un mejor cierre.

Series españolas en Netflix

En conclusión, la última temporada tuvo más aciertos que errores y, además, nos brindó un final digno. Nunca me gustó la decisión de alargar la serie, pero el balance fue positivo y quedé satisfecho. ¿Ustedes también?

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