‘Dead to me’: La misma fórmula da mejores resultados

La segunda temporada de Dead to me llegó un año después de su predecesora, aunque al verla tuvimos una impresión distinta: parece que hubieran pasado solo algunos días; ya que la historia continúa justo donde quedó en 2019 y su esencia permanece intacta. Si te gustó la primera temporada, esta te gustará todavía más. Aquí te contamos por qué (sin spoilers).

¿De qué va ‘Dead to me’?

Comedia negra protagonizada por un par de mujeres (Jen y Judy) que se conocen en un grupo de apoyo. Ambas han sufrido pérdidas y harán lo posible para recuperarse, aunque las malas noticias tocarán de nuevo la puerta.

¿Qué funciona bien en la segunda temporada?

Estamos convencidos de que la segunda temporada de Dead to me es mejor que la anterior y a continuación te daremos tres argumentos que respaldan esta afirmación:

1- Crecieron los personajes y la historia

El vínculo entre Jen y Judy sigue siendo lo mejor de la serie, sin ellas no existe Dead to me. Su relación de nuevo es fundamental para la historia, pero en esta entrega se hace más compleja.

Además, el rol de otros personajes, algunos ya conocidos y otros nuevos, hará más entretenida e interesante esta producción.

2- Surgieron vínculos inesperados

El factor sorpresa no es el elemento que maneja mejor Dead to me, pero los lazos que se forman entre algunos personajes en esta entrega enriquecen la historia y tendrán consecuencias imprevisibles en la misma.

En este sentido, son vitales las nuevas adiciones al reparto: un par de personajes que calzan a la perfección en la historia de Jen y Judy y que establecerán un vínculo, casi inevitable, con estas.

3- La amistad como eje de la serie

Jen (Christina Applegate) y Judy (Linda Cardellini) hacen una pareja extraña, pero perfecta porque responde a las necesidades de la serie. Su relación funciona como paliativo para las carencias de ambas y su complicidad no tiene precedentes.

Tendrán que afrontar el duelo y el peso de los secretos para no hundirse en las calamidades de las que son parte. Una difícil tarea, ya que los fantasmas que persiguen a ambas son internos y externos.

Cabe destacar que Dead to me nos recuerda a After Life, comedia negra protagonizada por Ricky Gervais, cuya segunda temporada se estrenó el mes pasado y también resultó satisfactoria; de hecho, ya fue anunciada su renovación.

En fin, Dead to me no es una serie para enmarcar, pero es entretenida y cuenta con dos actrices de primer nivel. Aunque su premisa apenas funcionó la primera temporada, le sacó el máximo provecho a sus virtudes en la segunda e hizo méritos suficientes para quedarse. Necesitamos más de Jen y Judy, pero Netflix tiene la última palabra.