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Crítica de ‘Maid’: Los secretos siniestros de la maternidad

El primer día de octubre Netflix estrenó una miniserie de diez episodios que, entre otras cosas, invita a la reflexión en torno a temas como la maternidad y las relaciones de pareja, sin descuidar el objetivo básico de una producción televisiva: el entretenimiento. En esta Crítica de ‘Maid’, también conocida como ‘Las cosas por limpiar’ y ‘La Asistenta’, te cuento un poco más (sin spoilers).

De qué va la serie

Maid está basada en el bestseller de Stephanie Land. Trata sobre la vida de Alex, una joven de 25 años, madre, escritora frustrada, que toma la decisión de separarse tras verse afectada emocionalmente por su pareja. Sin embargo, lo hace de forma repentina y desesperada. Entonces se golpea contra una dura realidad, donde la burocracia y la necesidad de recursos económicos son algunas de las trabas.

Esto la llevará a dedicarse a la limpieza para tener un ingreso que la ayude a sobrevivir. En el camino tendrá manos amigas, pero también grandes obstáculos. Por consecuencia, muchas veces Alex tendrá la sensación de que tras dar dos pasos adelante, también retrocede dos o tres, de forma simultánea y en contra de su voluntad.

El abuso psicológico

Si hay un tema que, especialmente como mujer, me tocó profundamente, es que el abuso psicológico es considerado como maltrato. Alex, tras separarse, pide ayuda para conseguir una vivienda. La mujer que la atiende le sugiere denunciar, pero la protagonista responde: «Yo no soy víctima de maltrato, no me han golpeado, no tengo moretones».

No obstante, en una conversación con el padre de su hija, ella le dice:«Sé, muy bien lo sola y jodida que estoy, pero no volveré a sacar vidrios del cabello de Maddy». Una frase dolorosa por sus implicaciones físicas y emocionales. Nadie quiere ver sufrir a su hija y menos en manos de una persona que en teoría debería amarla y protegerla.

La historia de ‘Maid’ es un ejemplo de que las cicatrices de la violencia de género no siempre están a la vista, y, por supuesto, la importancia de estas no depende de lo evidente que resulten.

Crítica de Maid

Paula

Para colmo de males, la madre de Alex, Paula, es un personaje particular, con un trastorno mental. Es una artista, bohemia, hippie, que, a pesar de ser una madre y una abuela preocupada por el bienestar de sus chicas, también incurre en hechos que contradicen su amor.

Claro está, ella también ha sido víctima de múltiples abusos y trata de seguir adelante a su manera. Alex, al notar esto, se vuelve más empática y se centra en no repetir este tipo de patrones familiares.

La recaída

Alex, en su travesía por mejorar su estilo de vida y el de su hija, conoce distintos lugares y diferentes mujeres también víctimas de abuso. Entre ellas, Danielle y Denise. La primera aparece en algunos episodios, pero es fundamental para retratar el ciclo de la violencia hacia a la mujer y la dificultad para salir del mismo.

Las cosas por limpiar

La segunda funge como una suerte de figura materna para Alex. Sin embargo, también es un ejemplo de lo anterior. Sus propias palabras así lo evidencian: «A mí me tomó cinco veces darme cuenta del ciclo en el que estaba».

Crítica de Maid

Las figuras masculinas

Las figuras masculinas de la serie juegan un rol fundamental en la historia. Entre ellas tenemos a Hank, el papá de Alex, un personaje que no desciframos a primera vista, pero cuyos acciones han afectado drásticamente la vida de su hija y su familia. ¿Será posible una reconciliación?

Por otro lado está Sean, la pareja de Alex. Un hombre alcohólico que ha sido víctima y victimario. Una persona que se transforma, y no para bien, cuando ciertas sustancias invaden su organismo. En todo caso, también es un sujeto cautivo de patrones familiares dañinos. ¿Podrá romper con el ciclo?

La Asistenta

Resiliencia

En general, la trama evidencia la fragilidad y complejidad de los seres humanos. Es un testimonio de lo que sufren muchas familias. Está bien escrita, es auténtica, y, a pesar de que su historia es dura, también tiene momentos tiernos y emotivos, donde hay espacio para la calidez y felicidad. Por si fuera poco, no pretende que odiamos a ningún personaje, sino que los entendamos. Es decir, que seamos conscientes de por qué actúan como actúan.

A lo largo de la serie también vemos a una Alex que drena sus pesares en la escritura. Y son esas mismas líneas que la ayudarán a encontrar un mejor futuro para Maddy y para ella. Esa es la magia de la literatura haciendo de la suyas (o de cualquier pasión «sana» que puedan tener los seres humanos).

Crítica de Maid

Alex a Maddy: «…nuestro lugar es un hogar porque nos amamos». Esta frase es fácil de entender para todos aquellos que tenemos hijos. Una madre no se rinde por su hija, sin importar que distintas situaciones nos golpeen salvajemente. El amor por nuestros pequeños es un motor incansable y poderoso.

Maid es una de estas series que, como mamá, y como mamá divorciada, me llegó al alma. Es una ficción´ llena de realidad, de sentimientos y emociones que, por dura que parezcan, pueden convertirse en parte de la cotidianidad. En algunos momentos me quebró y, no me da pena admitirlo, lloré desconsoladamente. Pero lo más importante es que la disfruté. ¡Es la miniserie del año, al menos para mí! Y sé que para otros también lo será…

Crítica de Maid

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