Crítica de ‘Los Favoritos de Midas’: Los dilemas del poder

El 13 de noviembre se estrenó esta serie española llamada a ser una de las novedades destacadas del mes. Está inspirada en el relato homónimo de Jack London y protagonizada por Luis Tosar. Sus seis episodios ofrecen una historia bien contada que, a pesar de que no profundiza lo suficiente, deja buenas sensaciones y un mensaje potente. En nuestra crítica de los ‘Los Favoritos de Midas‘ te contamos más (sin spoilers).

Los Favoritos de Midas de Netflix

Tal y como sucede con los personajes de Kafka, Víctor Genovés, el protagonista de esta historia, tendrá que enfrentar problemas serios desde el principio. Un grupo autodenominado «Los Favoritos de Midas» lo extorsiona de forma particular. Entonces comienza el gran conflicto de Genovés y de la serie.

Cincuenta millones de euros es el precio a pagar para librarse de una carga que se aloja sobre todo en la conciencia. Esto evitaría que vidas inocentes sean reclamadas por el misterioso grupo en cuestión. Ahora bien, aunque la vida es invaluable, ¿quién está dispuesto a pagar tanto dinero por el bienestar de algunos desconocidos?

Los Favoritos de Midas prometen no tocar a la familia de Genovés. Hacerlo contradice su código de conducta: «procurar su bienestar y protegerlo de todo mal». Por supuesto, la ironía en estas palabras es evidente, pero el asunto es más complejo de lo que parece.

Dilemas de todo tipo

La serie se vale de un argumento atractivo y de su protagonista para enganchar a los espectadores. Luis Tosar está a la altura del reto y encarna a un personaje en continua evolución. Uno en conflicto con otros y consigo mismo. En torno a sus decisiones y emociones girará la serie. Ahondar en su psique será productivo para la narrativa y revelador para los espectadores.

Los dilemas morales estarán a la orden del día. Conceptos como el de justicia y poder, y sus implicaciones, serán cuestionados una y otra vez. Además, las nociones de vida y muerte también jugarán un rol esencial.

La sociedad que retrata la serie se parece mucho a la nuestra: está llena de contradicciones, carencias, inquietudes e inconformidades. Las minorías demandan mejoras en su estilo de vida. Las figuras de poder no quieren perder su estatus y presionarán hasta donde sea necesario para conservarlo. Y unos pocos buscarán la verdad y la justicia, aunque arriesguen su propia vida.

Los Favoritos de Midas está inspirada en un relato que fue escrito hace más de cien años, pero cuyo conflicto sigue vigente. La sociedad de aquel entonces, la de ahora y la que está por venir, parecen condenadas a la desigualdad y la insatisfacción. Cada una valora mucho más el bienestar propio que el común.

Aunque haya excepciones, la corrupción y el poder parecen ser nociones que se complementan, que sin importar el contexto, están ligadas de alguna manera. Entonces alterar el funcionamiento de la sociedad se convertirá en una misión sumamente compleja, en una apuesta milagrosa.

La serie acierta al mostrar tales matices, pero no ahonda lo suficiente como para convertirse en una producción top. Su premisa funciona, sin embargo, Los Favoritos de Midas, el grupo, no es retratado a profundidad. Ciertas interrogantes quedan sin respuestas y, si bien, no necesitamos descubrirlas todas, algunas parecen esenciales.

Claro está, los seis episodios de la serie cumplen, en líneas generales, con lo que se espera de ella; pero le faltó tiempo para ahondar aún más en el conflicto y los implicados.

El desenlace resulta satisfactorio, sin embargo, pudo haber sido más revelador. Por otro lado, el ritmo no tiene el vértigo que su premisa sugiere, pero tampoco es pesado o insoportable. Además, cada episodio cuenta con momentos de tensión, alguna sorpresa o una nueva interrogante.

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En fin, está crítica de Los Favoritos de Midas pretende dar cuenta de una serie que goza de suficientes elementos para satisfacer a la mayoría de sus espectadores, a pesar de que no explora a fondo en algunos elementos primordiales para la historia.