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Crítica de ‘El hijo bastardo y el mismísimo diablo’: Un legado sombrío

Podría decirse que ‘Sandman‘ es el título de corte fantástico más prometedor de Netflix, pero esta serie británica de la que hablaremos a continuación y que llegó sin hacer ruido, ha conquistado a la crítica gracias a su historia sólida y divertida. Una que merece segunda temporada. El gigante del streaming tiene la última palabra en este sentido, aunque la audiencia juega un papel crucial. En nuestra crítica de ‘El hijo bastardo y el mismísimo diablo’ te contamos más detalles sin spoilers.

Una guerra sobrenatural

La serie está inspirada en una saga de libros de Sally Green y su nombre original es ‘The Bastard Son & The Devil Himself’. Gira en torno a Nathan, el hijo de un brujo poderoso y temible, un adolescente vinculado a una conocida profecía.

La historia está ambientada en un mundo donde los brujos están divididos en dos bandos. Entonces el protagonista queda «atrapado» en medio de una guerra que lo precede y, además de tomar partido, jugará un rol crucial en ella.

Crítica de El hijo bastardo y el mismísimo diablo

Si bien la premisa no es precisamente original, la serie tiene identidad propia, personajes sólidos y giros inesperados. En otras palabras, no es la típica fantasía adolescente, aunque toca temas conocidos como la guerra, el amor, el poder y la supervivencia. Además, tiene buen ritmo y es capaz de enganchar desde el principio.

Sus protagonistas generan empatía con facilidad. Es fácil entender sus conflictos, sus dudas y sus miedos, aunque no tengamos habilidades extraordinarias ni desafíos similares a los de ellos. No compartimos sus fantasmas, pero sí sus sentimientos. No tenemos las mismas aventuras, pero sí las mismas emociones.

‘The Bastard Son & The Devil Himself’

El bien y el mal

Las relaciones que forjan los personajes principales serán trascendentales en la guerra que viven y en la realidad de cada uno. Los vínculos afectivos y las habilidades serán elementos esenciales para la historia, la toma de decisiones y las acciones en general de los protagonistas.

Por otro lado, aunque las nociones de bien y mal, y de «héroe» y «villano» parecen claras desde el principio, los matices y el contexto harán que las fronteras entre estos términos sean difusas. Entonces los personajes serán más humanos en todo el sentido de la palabra. Sus actos darán cuenta de diferentes virtudes y defectos. Sus acciones pueden responder a deseos motivados por la bondad o la maldad. Al fin y al cabo, tales rasgos habitan de forma simultánea en una misma piel.

Crítica de El hijo bastardo y el mismísimo diablo

A nivel visual, cumple, pero con un presupuesto mayor podría ser extraordinaria. Las habilidades de los personajes son diversas y algunas de ellas resultan aterradoras por su capacidad destructiva. También cuenta con suficientes escenas de acción, sin embargo, la calidad de los enfrentamientos varía.

Claro está, el imaginario de la serie es uno de los puntos fuertes. No tiene pretensiones de reinventar el género, pero sí plantea un mundo propio, con sus reglas, tradiciones y conflictos. Tiene momentos de humor, momentos emotivos y momentos de romance y, además de la guerra, el amor, el poder y la supervivencia, da cuenta de temas como el rechazo, la ambición, la venganza y la familia.

En fin, si te gustan las historias de fantasía y aventuras, la vas a pasar bien con esta serie británica.

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