Crítica de ‘Servant’: La inquietante, extraña, e imperdible apuesta de Apple

El catálogo de Apple TV+ palidece frente a otras plataformas de streaming en cuanto a cantidad de títulos, pero la historia es distinta cuando se habla de calidad. Ted Lasso, The Morning Show y Mythic Quest son algunos ejemplos de que producir «poco» está bien si el producto final es satisfactorio. En nuestra crítica de ‘Servant’, te hablamos sin spoilers de una serie ideal para los amantes del terror psicológico.

Una historia perturbadora y bien contada

‘Servant’ gira en torno a Dorothy y Sean Turner, una pareja de Philadelphia que sufre una terrible pérdida. Ambos intentan reponerse de la tragedia, pero lidiar con el duelo se convierte en una tarea compleja, sobre todo para Dorothy. Entonces una suerte de respuesta llega a sus vidas. Una fuerza misteriosa, extraña y, si se quiere amenazante, cambiará su hogar de muchas maneras.

‘Servan’t tiene una habilidad envidiable para contar su historia y conseguir lo que todo show necesita: la atención inmediata y sostenida de los espectadores, involucrarlos tanto con su narrativa que estos puedan percibir fácilmente lo que experimentan sus protagonistas.

Para ello, se vale de un clima inquietante y perturbador, y de una narrativa sugerente. Las amenazas no siempre se perciben con todos los sentidos. El peligro no siempre es explícito. A veces lo intangible, lo que no tiene nombre o explicación, es lo que resulta más agobiante, lo que genera mayor zozobra.

Pero esa sensación de inquietud que trasmite ‘Servant’ nunca se vuelve insoportable o excesiva, a pesar de la tensión, y de lo extraña u oscura que pueda tornarse la historia. Esto se debe, entre otras cosas, al uso del humor, del humor negro. Los momentos de comicidad en medio de situaciones complejas, difíciles o desesperantes le dan cierto balance a la historia.

Además, este elemento es usado de forma inteligente y apropiada. Se siente tan espontáneo como la tragedia o los eventos desafortunados que rodean a los protagonistas. Claro está, no todo es fatalidad. Los personajes de ‘Servant‘ gozan de ciertos privilegios, es decir, también tienen acceso a algunos placeres. Al fin y al cabo la vida y la ficción no se pintan en blanco y negro, también hay grises. En otras palabras, sin matices no hay verosimilitud.

El misterio de ‘Servant’

Por otro lado, ‘Servant’ siempre nos deja más preguntas que respuestas. Sus revelaciones apuntan a un nuevo misterio, a elementos novedosos por descifrar que, generalmente, involucran una lógica distinta de la acostumbrada por sus protagonistas. Estos no solo afrontarán diferentes traumas, miedos, dilemas o inquietudes; también tendrán que replantearse su visión del mundo, sus propias creencias y su percepción de la realidad.

‘Servant’ juega con los límites de la fe y el escepticismo, con las fronteras de la cordura y la realidad. Su historia es particular, sugerente y su atmosfera asfixiante. Es un show irresistible para sus espectadores porque es tensa, pero balanceada y, además, impredecible.

Por si fuera poco, sus personajes están bien logrados y su capacidad para transmitir diferentes emociones eleva la calidad de una historia donde hay lugar para religiosos, escépticos y para aquellos que no toman posturas radicales.

‘Servant’ es experta es dosificar la información de manera inteligente y, a pesar de que su segunda entrega es más reveladora, los espectadores necesitan más respuestas. Por fortuna, la tercera temporada está en camino.

De momento, juzgarla sin conocer su final es un tanto aventurado, pero la construcción de su misterio es brillante es tan eficaz que las sensaciones transmitidas les brindan a sus espectadores la paciencia suficiente para no desesperar por las resoluciones de los conflictos y para pasar por alto sus pocos desaciertos.

En fin, ‘Servant’ no necesita apariciones terroríficas o sustos de muerte para generar miedo; prefiere torturar de a poco a sus personajes, sin tregua y de formas diversas e insospechadas. Tampoco requiere una locación extravagante o mítica; el peligro puede visitar el hogar, incluso, ser parte de él. Y mucho menos necesita mostrar un rostro definido y macabro o prometer incontables males; lo desconocido, lo inexplicable, puede tornarse aún más perturbador.

M. Night Shyamalan, director de ‘Sexto Sentido’, es el productor de esta historia y, además, director de algunos episodios.

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